La oniquectomía felina o desungulación, es una operación quirúrgica que consiste en la amputación de la primera falange del dedo y por tanto la extracción de las uñas del gato.
Aunque parezca mentira esta operación se sigue realizando con normalidad en algunos centros veterinarios. Sin tener en cuenta el daño físico y emocional que causamos a nuestros animales.
Los seres humanos somos plantígrados, eso quiere decir que al andar apoyamos toda la planta del pie para que nos de mayor estabilidad y sujección. Los gatos por el contrario son digitígrados, o sea que al caminar solo apoyan las puntas de los pies, es decir su primera falange. Ellos tienen uñas retráctiles, lo que significa que las mantienen habitualmente recogidas hacia dentro, en una funda epitelial.
No os creais que solo utilizan la primera falange para caminar, también la utilizan para rascarse en el rascador estimulando y estirando toda su musculatura superior, liberar estrés, o incluso para atrapar sus presas y juguetes.
Imaginemos con la siguiente fotografía lo que supone esta intervención:
Como podéis apreciar en la imagen, el veterinario no puede extraer la uña solamente pues las uñas de los gatos forman parte del hueso de la falange distal , y la uña comienza a crecer desde ahí. Por tanto cortan desde el principio de la falange sesgando los ligamentos unidos a la falange y los tendones.
Esta es la única manera de eliminar las uñas en felinos, se usa la misma técnica de corte con diferentes aparatos quirúrgicos (láser, guillotina..). ¿Que efectos tiene esta intervención para nuestro gato?
Bien, pues después de la recuperación del felino, el gato tendría que volver a aprender a andar sobre sus falanges mutiladas. Esto supondría que tendría que cambiar todos sus puntos de apoyo y puede tardar un tiempo en adaptarse. Algunos fuerzan tanto su apoyo que puede llegar a provocarles tensión en las patas y dolor a largo plazo.
También supondría una debilitación progresiva en los hombros y la parte superior de la espalda, pues ya no podría estirar sus músculos al rascarse. Igualmente perdería mucha parte de su actividad normal, provocando depresiones incluso algunos llegando a desarrollar un problema de agresividad.
Además de todas estas complicaciones, también existen otras muchas aún peores y más comunes, pues casi la mitad de dichas intervenciones surgen con complicaciones post operatorias, ya sean físicas (infecciones en las falanges, problemas articulares u óseos, problemas en los músculos que quedan en desuso e incluso, si no se hace bien, la uña vuelve a crecer de manera más agresiva) hasta complicaciones psicológicas (como la depresión).
Canguro de Mascotas no recomienda esta intervención, ni en los casos más extremos. Existen otros muchos métodos, menos traumáticos e invasivos para el gato como las fundas de silicona o la educación mediante Clicker. Siempre debemos poner la calidad de vida de nuestro gato por encima de muebles, arañazos, orines…Si piensas que la desungulación es tu solución, quizás debas plantearte la opción de entregarlo a otra familia que no tenga problemas con el gato. No mutiles a tu gato por favor.
Hasta la próxima publicación. Miau!!